Decisión en EE.UU. UU. derroca la neutralidad de la red: ¿Qué significa esto para Brasil?
La reciente decisión del Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos de anular las reglas de neutralidad de la red de la FCC podría sentar un precedente peligroso con impactos globales. Este veredicto no solo debilita la protección de los consumidores estadounidenses contra prácticas discriminatorias por parte de los proveedores de internet, sino que también señala un cambio de paradigma que podría ser aprovechado por los reguladores de otros países, incluido Brasil.
En EE.UU. UU., la decisión se basó en el rechazo al principio de deferencia reguladora, limitando el alcance de la FCC para tratar a los proveedores de Internet como servicios esenciales. La victoria momentánea de las grandes telecomunicaciones estadounidenses resuena con el mismo deseo de los operadores brasileños, que desde hace tiempo presionan por la implementación de políticas como la tarifa de red o Fair Share . Esta propuesta busca trasladar costos a los proveedores de contenido bajo el argumento de financiar la expansión de la infraestructura digital, pero oculta una lógica de doble cobro y concentración de mercado.
Anatel ya coquetea con ideas similares, como lo demuestra su minuta de proyecto de ley para expandir el poder regulador al ecosistema digital, incluyendo las redes de entrega de contenido. Esta expansión reguladora, sumada al debilitamiento de la neutralidad de la red en EE.UU. UU., podría fortalecer los argumentos a favor de un “peaje en Internet” en Brasil.
Sin embargo, estudios y análisis de impacto, como los presentados por el Ministerio de Hacienda y el Informe de Impacto a Internet divulgado recientemente por ISOC Brasil, reiteran que no existen evidencias que justifiquen dichas medidas. Implementar el Fair Share no solo podría violar el principio de neutralidad de la red, sino que también crea subsidios artificiales que aumentan los costos para los pequeños proveedores y startups, sofocando la innovación y la competitividad en el mercado digital, además de incrementar los costos para el usuario final. Por lo tanto, debe celebrarse el avance del Proyecto de Ley 469/2024, que se encuentra en proceso en el Congreso Nacional y tiene como objetivo prohibir el cobro de tarifas por el uso de la infraestructura de Internet, lo que pondría fin a los intentos de implementar esta medida.
Aunque la decisión del tribunal estadounidense representa un gran retroceso para la agenda de Internet libre y abierta en el mundo, existen legislaciones estatales en EE.UU. UU. que protegen la neutralidad de la red, y algunos miembros del Congreso estadounidense están proponiendo garantizar este principio en la ley. En este sentido, es importante recordar siempre el papel pionero de Brasil con la aprobación del Marco Civil da Internet , que resguarda el principio de neutralidad de la red.
Mientras la decisión en EE.UU. UU. es celebrada por las grandes telecomunicaciones, es imperativo que la sociedad civil, los legisladores y Anatel reflexionen sobre los riesgos de importar modelos que priorizan los intereses corporativos en detrimento de un Internet con acceso amplio, justo y libre. Es necesario comprender que las propuestas que buscan implementar tarifas de red solo desvían la atención de los verdaderos problemas de conectividad en Brasil y deben ser absolutamente rechazadas.